Esta es la historia de empresas que nacieron a partir de 2009, en plena crisis económica y en sectores en horas bajas, como el textil, las agencias de viajes, el calzado y el sector inmobiliario.
La competencia de las prendas importadas en el sector textil, los portales de Internet que amenazaban el área de negocio de las agencias de viajes tradicionales, la reorientación de una actividad tradicional como la venta de calzado o una nueva vuelta de tuerca a un negocio repudiado como el inmobiliario. Hijas de la crisis económica, estas compañías nacieron a partir de 2009 en plena época de dificultades y en sectores por los que nadie apostaba. Han sido sus estrategias de posicionamiento las que les han llevado al éxito.
Lurbel: Especialización
El director comercial de Lurbel, Javier Lurbe define así filosofía de la empresa: “La especialización es uno de los pilares de la marca y la calcetería, nuestra esencia”. Para unir los dos conceptos, la compañía ha priorizado la investigación en nuevas tecnologías y materias primas para posicionar a las medias como un producto referente en el segmento deportivo. La tecnología juega un papel esencial en el contexto de la actividad de Lurbel. Por su posicionamiento en el núcleo más técnico del segmento deportivo, la compañía estudia cada prenda al milímetro para ofrecer unas prestaciones de alto rendimiento y las somete a condiciones en entornos extremos. Lurbe señala que en “estos escenarios es donde medimos si un producto responde a las expectativas”. Lurbel quiere seguir controlando el proceso de fabricación desde sus instalaciones de Onteniente (Valencia) para mantener los niveles de calidad que se exige.
De una tienda de medias tradicional a las prendas deportivas
Para un mismo corredor que participe en una prueba deportiva de asfalto, Lurbel dispone de un catálogo de 12 modelos diferentes de medias, entre los que se incluyen versiones de hombre y mujer con tallas y colores diferenciados. Gracias a la variedad, la oferta de producto proporciona matices como medias con franjas reflectantes que dotan de visibilidad al corredor nocturno, una tecnología para prevenir la aparición de ampollas o la diferenciación entre el pie derecho y el izquierdo para fijar las propiedades en puntos críticos de la prenda.
La firma valenciana se ha posicionado en el mercado de tiendas especializadas, en las que el asesoramiento constituye una parte más del negocio. Está creciendo en el segmento de la venta online y su imagen de marca está muy asociada a la celebración de eventos deportivos en la naturaleza. A través de los Desafíos Lurbel, organiza propuestas lúdico-deportivas vinculadas al trail running. Javier Lurbe cree que este fenómeno se ha producido por la eclosión de los blogs, las redes sociales y los portales específicos que han actuado como influencers del colectivo. Además, en el momento en que el sector textil sufría el azote de las importaciones, Lurbel inició un plan de inversiones en 2011 con el objetivo de renovar maquinaria e innovar. La empresa cambió su visión empresarial para centrarse en el segmento de las prendas deportivas, especialmente en las medias. Ahora busca reforzar su presencia internacional.
Zacaris: Zapatos en 24 horas
Todo empezó con un pequeño desafío. “Me comentaron que uno de los CEO de Privalia consiguió comercializar 3.500 pares de zapatos deportivos en apenas media hora”. Quien explica la anécdota es Toni Badias, socio de la compañía leridana Zacaris. Con su hermano Guillem, decidieron continuar con el negocio de la tienda de zapatos de los padres y abuelos, pero sin la necesidad de disponer de un establecimiento físico. La aventura que se inició en Lleida en 2010 les ha convertido, cinco años después, en el portal estatal líder en la venta online de zapatos multimarca. Cada día, de su nave situada a las afueras de la ciudad de Lleida, salen entre 300 y 800 pares de zapatos. Y lo hacen en un plazo máximo de 24 horas. Esta es una de las claves de su modelo. Toni Badias precisa que “si un cliente nos hace un pedido antes de las 17 horas, le garantizamos que lo tendrá al día siguiente”. Este hecho supone diferenciarse de la competencia, que suele tardar entre una semana y dos en realizar la entrega.
ADN empresarial
La logística, los envíos gratuitos y la calidad del servicio son los rasgos que caracterizan el día a día de Zacaris: “Nuestra atención al cliente es muy personalizada porque asesoramos a los compradores de forma constante”. Con estas credenciales, Badias recuerda que el índice de clientes que repiten compras online se acerca al 80%. La web de Zacaris recibe una media de 10.000 visitas diarias. El perfil del comprador es el de una mujer de entre 25 y 45 años que busca, generalmente, los modelos sneakers, el zapato deportivo para vestir. Zacaris, que facturó seis millones de euros en 2015, dispone de una oficina en Lleida y dos naves (Lleida y Zaragoza) desde donde gestionan un stock medio de 600 zapatos al día. Con una plantilla de 15 trabajadores, “nuestro secreto está en ahorrar costes y procesos sin olvidarnos del cliente”.
Monapart: El factor emocional
A un sector tan castigado como el inmobiliario sólo le quedaba apelar a las emociones. En 2010, la pareja formada por Olga Sala y José Luís Echevarría se embarcaron en la aventura de Monapart, que tenía como objetivo coleccionar las casas más bonitas de Barcelona. Olga Sala recuerda que debían entrar en el negocio tradicional de la venta de viviendas, “pero necesariamente con una mirada nueva”. Seis años después, Monapart cuenta con cinco franquicias en Barcelona, Palma de Mallorca, Girona, Valencia y Alicante y espera acabar 2016 con otras cinco más. Sala matiza que el modelo de franquicias inmobiliarias les permite extender la filosofía Monapart a otros lugares. “Nos hemos concentrado en un segmento de mercado concreto. Lo podríamos denominar como personas para las que la apariencia de su hogar funciona como el reflejo de su creatividad”. En ese ámbito, Monapart ha sabido obtener un posicionamiento fiel. Al final, la trayectoria de la inmobiliaria barcelonesa se explica como una búsqueda constante de la emoción. Más que la operación de venta, lo importante es la historia humana que hay detrás. “Ofrecemos un servicio de acompañamiento al cliente, de forma que le hacemos mucha pedagogía para que sea capaz de valorar el espacio y sepa distinguir entre una casa bonita con encanto de una cara”, señala. No es casualidad que la mayoría del staff de Monapart sean arquitectos preocupados e inquietos por el significado de las construcciones.
Humanizar el sector inmobiliario
La renovación de Monapart ya se visualiza al principio del proceso de compraventa del inmueble. Sala asegura que “te encuentras los mismos carteles y anuncios de las inmobiliarias de hace 30 años. Al cliente, debes ir a buscarlo, no puedes utilizar los métodos que antes porque las relaciones personales han cambiado, especialmente con la irrupción de las nuevas tecnologías”. La inmobiliaria barcelonesa intenta conferir el valor que se merece al hecho de vender una vivienda. “Es un momento excepcional y emocional que, en ocasiones, sólo te pasa una vez en la vida y que nos habíamos acostumbrado a deshumanizar. Detrás de cada operación que se cierra, existen unas vivencias”.
Fuente: Emprendedores